viernes, 13 de agosto de 2010

Cayo el vaso
no su detuvo el movimiento
la palabra llegando al oído
no hay vuelta atrás
un hilo de tiempo corto el aire

Te abriste en pedazos
trate de reconstruirte
te di mi sombra
un sol morado para verte

Ahora cada pieza en mi mano
grita
entra en mi sangre
pero no me engañan
no eras la unión exacta de las piezas
el vidrio fue una excusa
eras el hueco

2 comentarios:

  1. este poema es precioso Pablo, dan ganas de abrazarte por lo bien que escribis

    ResponderEliminar
  2. Jajajjaja porque te parece gracioso?? tengo miedo

    ResponderEliminar